Despidiendo el año (Agradecimientos)

Yo no soy un blogger, es una declaración algo extraña, tomando en cuenta que esta entrada que escribo es para comenzar a despedir el año, lo que pasa es que la palabra blog hace referencia a una bitácora, como las que usaban en barcos para mantener un registro de sus experiencias o bien, como el diario que usan las pubertas para desahogarse; y bueno ¿Por qué lo menciono entonces? En primer lugar porque si los mayas no estaban equivocados y el próximo año el mundo se nos acaba, entonces este es un buen momento para hacer esta declaración; en segunda, porque me da la impresión que algunas personas creen que lo publicado son extractos de una bitácora personal, lo cual no esta del todo equivocado ni tampoco es del todo cierto, porque verán, algunas cosas son reflejo de alguna vivencia, aunque nunca tomo un hecho por completo, parto de un detalle y desarrollo una historia o un ensayo a partir de, las demás, y que es lo que a ultimas fechas  llevo intentando en mayor proporción, es tratar de exponer un punto con una historia creada desde cero; otro punto que debo aclarar es el hecho de que generalmente escribo en primera persona, si lo hago así es básicamente por dos razones, porque es mas cómodo y porque brinda cierto aire de veracidad a las historias, así que, en mi particular opinión, me considero mas un ensayista o un cuentacuentos , pero sobre todo, un chico que escribe lo que le viene en gana y lo que va sintiendo, de la manera mas honesta posible; en fin, espero que esa declaración no cambie en nada su percepción acerca de lo que hago, si lo digo es solo porque, como diría mi anciano papi, si no lo hacia me enfermaba.

Pero no estoy escribiendo en esta ocasión solo para aclarar lo aclarado, valga la redundancia, en el párrafo anterior, no, en realidad, como dije al principio, es una entrada para comenzar a despedir el año, cosa que tengo planeada hacer en tres entradas, cada una con temática diferente, esta ocasión toca hacer los debidos agradecimientos a las personas que han estado conmigo a lo largo de este año, de hecho, hay algunos que ni siquiera saben que han aportado para seguir haciendo esto que me encanta, y preguntaran ¿Por qué agradecer?  Verán, en mi infancia, cuando nos sentábamos a la mesa, antes de cada alimento y después de, dábamos gracias a Dios ¿Por qué? Porque es lo menos que podemos hacer; el caso es que con el paso del tiempo he ido perdiendo esa costumbre, pero supongo que nunca es tarde para agradecer, así que en primer lugar, hay que agradecer a Dios permitirnos, a mi y a ustedes, seguir aquí, vivos y con gente que nos aprecia, y personalmente, por las personas que he vuelto a encontrar; después viene la familia, que influyen, inconscientemente, en lo que hago; mis amigos, los mas cercanos; Chente por sus aportaciones intelectuales y tender una mano cuando lo he necesitado aunque a veces ejerza una violencia pasiva; a Edgar, por ser un verdadero amigo, honesto y confiable y de los mejores; a Norma, con quien puedo tomarme una cerveza a cualquier hora del día y por no hacerme sentir un extraño en su casa; al Warrior por estar ahí a la medianoche para platicar; a Erick y Mayra, mis compañeros en “El comodín” con quienes espero estar de regreso el año próximo, por darme la oportunidad de compartir los miércoles con ellos y dejarme aprender de lo suyo; a esa persona especial que suelo nombrar como un rumor, por ser un recurso inagotable de inspiración; a ellos, especialmente, gracias, me han mantenido de pie, aunque no lo crean. Pero hay mas a quienes agradecer, a mis asiduos lectores como Sol Duarte, Mekare de Romanus (nombre facebookero) y a los demás que quizás no conozca o que se me estén pasando, también gracias, por mantenerse aquí leyéndome, aunque también debería mandar un saludo a mis detractores que piensan que ya he mostrado lo poco para lo que soy capaz, a quienes solo puedo decirles una cosa que es lo siguiente “Ni siquiera he comenzado”.

Para finalizar, debo decirles que yo no lucro con lo que escribo, al menos no materialmente hablando, y tampoco lo he buscado; doy lo que puedo, mucho o poco, bueno o malo, es lo que tengo y no se lo que mañana me encuentre haciendo, quizás esto, escribir, termine siendo solo un hobby para mi, cosa que espero que no suceda, porque bien dicen que el trabajo soñado es aquel en el que te dedicas a hacer lo que mas te gusta, pero a veces pienso en la posibilidad de la segunda opción que es el fracaso, pero en esos momentos siempre llega a mi mente algo que Stephen King escribió en una de sus introducciones (palabras mas, palabras menos): “¿seguiría escribiendo sabiendo que nadie me lee? Probablemente, pero siempre es mejor contigo, querido lector, siempre es mejor contigo”. Y entonces todo vuelve a tener sentido.

Notas:

1.       No se si sea prudente decir esto, pero, Mayra y Mekare, aunque no lo sepan, me he unido a su pena; a veces, la vida depara cosas que no entendemos y que son irreparables, pero si mantenemos vivo el recuerdo del Ratoncito, él no se habrá ido, asi que recuerden sus sonrisas y su aroma, jamás lo olviden, pues el esta allá arriba, esperándolas con los brazos abiertos. Un fuerte abrazo para ustedes y a toda su familia.

2.       Me ha faltado mencionar a las demás musas, a las cuales, les agradezco también tanto el tiempo como inspiración; no puedo negar el haber soñado con ustedes alguna vez.

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