Tofu (2)
2.
Ha encontrado una pagina en internet que ofrece una amplia
variedad de videos porno, con categorías que abarcan desde lo amateur hasta lo
extraño pasando por anal y el creample;
como siempre, opta por la categoría que dice brunette, elige un video que se titula “In the ass of a Young brunette”. Después de un par de minutos de
carga comienza la reproducción en la pantalla; una preciosidad de
características físicas formidables sale haciendo una especie de pasarela
forzada, en lo que parece ser el balcón de una suite de un hotel barato en la
ciudad del juego; dura un par de minutos; con una sensualidad, también forzada,
comienza a desnudarse-sin deshacerse de unos tacones altísimos y que parecen
incomodos- desprendiéndose de un vestuario vulgar, presume su anatomía, unos
senos de silicona, un pubis cuidadosamente afeitado y unas nalgas casi
perfectas que mas adelante será poseídas, casi ultrajadas por un hombre del
cual ni siquiera interesa su nombre porque no es la estrella de la película, es
solo una pieza mas de utilería, daría lo mismo que fuera él o un pedazo de
plástico con forma falo; la mujer, cuyo seudónimo hace referencia a una
legendaria hetaira griega, lame, prácticamente, la palma de una de sus manos e
inmediatamente, con una fingida urgencia la dirige a su entrepierna y juguetea
con su vulva sin perder la oportunidad de abrir los labios de su vagina para
mostrarle a la cámara un clítoris dilatado; la escena se extiende pero Rodrigo
comienza a sentir como la sangre comienza a dirigirse a su falo que poco a poco
comienza el trayecto de la flacidez a la rigidez así que se brinca unos minutos
de la película; se detiene cuando el anónimo aparece y ella comienza a
practicarle una felación frenética, ambos gimen para intentar darle un halo de
erotismo a la escena, pero irónicamente consiguen lo contrario rayando en lo
absurdo. Cuando el hombre parece-mas bien finge- estar cerca de eyacular, saca
su verga de la boca del intento de hetaira que tiene hincada al frente suyo y
comienza a darle leves cachetadas con ella, de una manera enfermiza es casi
tierna la forma en que lo hace; ella finge placer con ello y entonces esa
extraña ternura de él se transforma en deseo animal, con una mano la toma del
cuello y violentamente la levanta; el espectador comienza a frotar con la mano
derecha su pene por encima de la ropa interior y se da cuenta que tiene la
erección esta casi en su punto cúspide, sin querer se pregunta ¿Cómo habría
sido hacer algo parecido con ella (así se refiere a su ex mujer)? ¿Habría sido
tan placentero como lo parece? No se responde, de momento no le interesa, lo
que le incumbe es lo que viene a continuación en el video; el anónimo en
pantalla pone delante de él y de espaldas a la mujer y la inclina, ella arquea
la espalda para que se dibuje mejor la forma de sus caderas; el comienza a
fustigarla, trata esos glúteos perfectos con el mismo tacto que un carnicero
trata una pieza de carne antes de tasajearla; ella pide clemencia, por un
momento parece que, de lo que va de la película, es la única parte que parece
honesta, pero el no hace caso y en lugar de eso arremete de nuevo, una y otra
vez hasta que parece haberse cansado, aunque puede ser que se tratara solo de
un gesto piadoso o profesional entre actores porno; se detiene, se inclina y
dirige su rostro hacia la bifurcación que existe entre nalga y nalga y con su
lengua hace un recorrido desde el ano hasta la vagina y viceversa,
repetidamente; Rodrigo se imagina a ella gimiendo y pidiéndole clemencia a él,
quien para aliviar su dolor, como un bálsamo le proveería una generosa cantidad
de su saliva; en pantalla, el actor, frota su falo el mismo para mantener la
erección y entonces comienza a penetrarla violentamente, alternando entre la
vagina y el ano, la mujer solo tiene tiempo de tensar los músculos un momento y
después aprieta los puños y en su rostro se dibuja un gesto entre el placer y
el dolor; es entonces que en Rodrigo surge una duda ¿ella le permitiría al “otro”
poseerla de esa manera? ¿Gemiría igual? ¿Haría el mismo gesto? No lo sabe pero
eso si le interesa y mas que interesarle, la idea lo atormenta, piensa para si
mismo que por algo lo han abandonado y, aunque ella no seria tan cruel para
confesárselo, sospecha que la calidad sexual de su relación haya influido en
aquel desenlace patético. El hombre frente al monitor de la computadora, a
pesar de que el video esta en su clímax cuando de entre las piernas de la mujer
comienza a brotar un liquido que desciende por sus muslos lentamente sin que el
hombre cese en el ritmo y ella parezca estar cerca de perder el conocimiento,
siente como el animo abandona a su hombría, aunque su propia mano derecha
tampoco haya interrumpido el recorrido sobre su entrepierna, un recorrido que
estimula desde el glande hasta los testículos, pero no funciona, esta vez ni
siquiera ha logrado sacar su miembro de los calzones y maldice a su ex esposa
de nuevo, ha perdido la cuenta de las veces que lo ha hecho por las mas
diversas y mínimas razones, por el pago de la hipoteca que nunca realizo y que
ahora el banco está cobrándole a él o porque echo a perder aquel abrigo que
tanto le gustaba por ahorrarse el costo de la tintorería por poner ejemplos; a
veces parece que cuando se refiere a ella como “maldita perra” es solo su
manera de decir que la extraña, que echa de menos esa torpeza con que anda
cuando calza tacones, que es deprimente despertar y saber, desde antes de abrir
los ojos, que ella no se encontrara en el otro extremo de la cama, otras veces
es su manera de decir que no puede perdonarla; no importa, a ella la tiene sin
cuidado.
Cuando por fin se da por vencido y se convence de que
aquella anhelada paja no se materializara, cierra la página porno y se hunde en
el más profundo de los silencios, siente que la habitación se torna mas oscura,
es el monitor que ante la inactividad comienza el modo de ahorro de energía y
se apaga; en su letargo piensa en lo necesaria que se ha vuelto una solución
para su abstinencia, se plantea la posibilidad de buscar una relación, retomar
su vida social para ello, pero se dice a si mismo que esta emocionalmente
indispuesto para siquiera intentar jugar a ser el novio de alguien, desecha la
idea. Permanece en silencio por un rato mas mientras juguetea en su cabeza con
una idea; sabe que hay una alternativa para la gente como él pero no termina de
convencerse a si mismo de tomar esa ruta porque hacerlo representa, desde su
perspectiva, aceptar su mediocridad y su incapacidad para establecer lazos
afectivos; sigue coqueteando con la idea, le da vueltas y algo inseguro exclama
por fin “¡¿Qué mas da?!”.
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