En acción de gracias

“Si me voy/ donde vaya

Yo te llevo conmigo/no me dejes ir solo

Necesito de ti…

¿Cómo te puedo pagar todo lo que haces por mi?/ todo este inmenso amor

Solamente con mi vida/pues ten mi vida, te la doy”

Juan Gabriel

No estoy seguro de que vaya a ocurrir en mi vida en estos momentos, quizás simplemente me he salido por un momento del gran flujo de la vida para pensarlo; no se que es lo que sigue; no tengo ningún plan a futuro, los que tenia se han ido a la basura; lo único cierto es que a veces peco de cobarde; me dan tanto temor algunas cosas, como el cambio, pero a pesar de todo no puedo olvidarme de una de las cosas mas importantes en la vida, dar gracias a Dios.

No todos los que me conocen lo saben e incluso a algunos de quienes lo saben no me lo creen: Soy cristiano, bueno, no al pie de la letra, de hecho, en mis condiciones no podría decir que lo soy y ese es uno de los contendientes que tengo a veces con mi hermano, porque…hum… ¿Cómo decirlo? Conozco la verdad pero no soy, vamos, fiel a ella… y no estoy tratando de vender a nadie ninguna religión, no estoy tratando siquiera de vender una idea, simplemente quiero expresar lo que yo se y lo que tengo por verdad, al menos eso intento; tampoco pretendo predicar ninguna ideología, por el simple hecho de que no soy apto para hacerlo, quienes me conocen saben una gran mayoría de mis defectos y no los negare; lo que he hecho o dicho, ahí esta, supongo que mis pecados me preceden.

Para curar cualquier adicción es necesario, si no recuerdo mal, en el tercer o cuarto paso, aceptar que existe una voluntad mayor a la propia, cualquiera lo puede decir; en mi caso tal voluntad puede llamarse Dios, Jesús, Jehová, Cristo… lo cierto es que hace casi una semana sentí que no sabría mas de este mundo, nunca había estado tan seguro de estar en peligro, tan perdido y hablar con Él, pedirle, en realidad, un poco de misericordia, ayudo y mas que eso. Asi que, lo menos que puedo hacer es darle gracias a Él; al justo, al Cristo, a Jehová, a Jesús, al hijo de Dios, por haberme permitido ver la luz de un nuevo amanecer, así que: Gracias Dios mio.