Ready or not

(O la promesa fallida)

¿Recuerdan esa escena de La chica del dragón tatuado en la que el señor Vanger se refiere a su familia como “la colección de personas más detestables”? bueno, esa frase era una promesa que se cumple conforme avanza la trama cuando se revela que algunos de ellos son unos verdaderos desgraciados: asesinos, violadores, etcétera. En Boda sangrienta (como aquí la titularon) también se hace una promesa al inicio de la película con un asesinato del que son testigos dos niños a manos de un grupo de personas enmascaradas; el problema es que, en este caso, dicha promesa está vacía y lo que podía ser una analogía interesante acerca de lo desafiante que puede ser relacionarse con la familia de la pareja se queda en una película para adolescentes apenas palomera. 

La premisa es la siguiente: luego de que Grace desposa a un Le Domas, una estirpe muy acaudalada, se entera de que la familia tiene por costumbre llevar a cabo una partida de un juego al azar (ya sea ajedrez, damas chinas, etcétera) en la noche de bodas de sus miembros; esto como parte de un contrato que hizo uno de sus antepasados con un personaje misterioso. Para mala suerte de la recién casada le toca el juego de las escondidas, lo cual significa que cada miembro de la familia intentara encontrarla con la intención de asesinarla, como parte del ritual. Eso es todo lo que necesitas saber y la película tampoco te va a dar otra cosa además de un giro de tuerca en su tramo final que se siente forzado e incoherente. 

Una de las reglas máximas del cine es que tu héroe es solo tan bueno como el villano se lo permita, eso quiere decir que si este último es un buen personaje su contraparte brillará de manera automática; partiendo de eso, pareciera que el guionista de Boda sangrienta no quería que su protagonista luciera y es que todos los miembros de la familia Le Domas están tan caricaturizados que dan pena ajena. Entonces, ese grupo que en un principio parecía ser una organización al estilo de Ojos bien cerrados se queda en un conjunto de juniors incapaces de manipular las armas que cargan, además de ser caprichosos y torpes. 

Otra cosa que hay que señalar es la escasa creatividad a la hora de llevar a cabo el juego de las escondidas, pues el escenario tenía muchos elementos que se vieron desaprovechados, sobre todo, los pasadizos secretos dentro de la mansión en la que ocurre la historia. Sin embargo, aunque escasas, el filme sí tiene virtudes, como la fotografía y el diseño de producción que hacen que resulte visualmente elegante aunque, por mucho, lo más destacable de este bodrio es Samara Weaving, que bien podría pasar por pariente cercana de Margot Robbie, quien hace lo que puede con lo que su papel le permite. 

En conclusión, esta comedia gore (que no tiene mucho ni de una cosa ni de otra) me resulto decepcionante a pesar de las escasas expectativas. Y ya sin nada más que agregar terminare este texto con una advertencia: “Mírese bajo su propio riesgo”.