Alcoholismo

Así somos los alcohólicos, bebemos por una razón, la cual, generalmente, olvidamos a mitad de la juerga, pero paulatinamente regresa; es nuestra manera de celebrar, es la manera de lidiar con la realidad y la impotencia de no poder cambiarla, así es como conciliamos con el olvido; somos autodestructivos; hacemos una tontería y tratamos de olvidarla, ahogar la vergüenza en el fondo de una jaibolera o un caballito tequilero y entonces cometemos otra estupidez y al siguiente día volvemos a empezar, por eso se le llama circulo vicioso, porque intentamos disimular viejas cicatrices consiguiendo nuevas y podemos llegar alto o hundirnos. Somos patéticos y desagradables y por eso tenemos que pagar, el fallo hepático no es algo que me preocupe todavía a mi edad, pero paulatinamente la gente nos va abandonando cuando somos un lastre y podríamos conseguir nuevos amigos, empezar una nueva vida, pero el número de habitantes en algún punto llega a su límite, además que a eso se le llama huir y cuando alguien huye es, generalmente, por cobardía, porque quizás eso es lo que somos los alcohólicos, cobardes.

Algunos funcionamos, algunos terminan mendingando; los primeros buscamos una razón ¿para qué? No lo tengo muy claro, quizás para cambiar, pero cuando pienso en todos esos spots que he leído y visto en televisión advirtiendo enfermedades provocadas por el consumo excesivo de ese producto, la teoría pierde sentido; los otros, los que terminan en la calle, son los que han perdido esperanza, no solo en el mundo y las personas, sino en ellos mismos. A veces un alcohólico cambia por razones erróneas, por una mujer o por un hombre, porque también hay féminas alcohólicas, aunque en menor proporción o quizás solo sean sutiles; el caso es que cambiar solo es válido si se hace por uno mismo, porque hacerlo por alguien o por cumplir promesas nos lleva a que se trate solo de una solución interina.

Hasta este punto quizás ya haya ofendido a algunas personas y otras quizás estén molestas conmigo por desilusionarlas de algún modo, y estarán en todo su derecho, a esos, no puedo hacer más que ofrecer disculpas por desilusionar a alguien o hacer lo que sea que haya hecho y no espero que todos me perdonen, pero no esta demás intentar; hay otro grupo de personas, en el que entran los que se han divertido y a esos, solo puedo decirles “jodanse”, porque tampoco voy a soportar eso más.